Y llegaron las Bodas de Oro del Apollo XI, y yo 50 años más viejo, ¡claro! Véase la foto con mi añorada antena de Fresnedillas que hizo posible aquella hombrada, aunque por ella no parecen haber pasado los años; por mí sí.

En los inicios, fuimos un reducido puñado de antañones del olvidado tándem NASA-INTA, quienes nos echamos el hatillo al hombro en la década de los 60 para emprender con ilusión la abrupta ruta de la conquista del Espacio. Ahora medio siglo después, seguimos en la brecha divulgándolo para que nunca se olvide. Hemos impartido docenas de conferencias, charlas, coloquios y entrevistas de radio y televisión en una labor tan exhaustiva como gratificante.

            Pero a la vez, el año 2019 ha sido muy intenso en preparación de planes, en gestiones e insistentes solicitudes a las diferentes administraciones locales, regionales y nacionales. Para ello, primero hubimos de alumbrar e iluminar las mentes de muchos funcionarios recordándoles aquella hazaña de la Humanidad, y desvelándoles que España y un grupo de españoles lo habían hecho posible, tal como aseveró públicamente el comandante Neil Armstrong en una rueda de prensa en Madrid, el 7 de octubre de 1969.

Increíblemente ha sido el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) quien ha dejado pasar una ocasión única de divulgar el buen hacer de sus técnicos en las tres instalaciones de seguimiento espacial de Fresnedillas, Robledo y Maspalomas durante aquella inolvidable hazaña lunar. ¿Desidia? ¿Negligencia? ¿Indolencia? Quizás sólo haya sido un fiel reflejo del endémico desconocimiento que los responsables del Instituto han tenido siempre de sus instalaciones espaciales más ponderadas por la NASA.

              En cambio debo ensalzar a quienes dieron el do de pecho y remaron junto a nosotros para arrumbar al feliz puerto del 50º Aniversario. El respaldo oficial que me dieron los alcaldes de Fresnedillas, José Damián de la Peña, y de Robledo, Fernando Casado, facilitaron la inmejorable recepción de Correos y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda. Ambas entidades entendieron la importancia del acontecimiento y se pusieron manos a la obra para diseñar y lograr auténticas obras maestras de la Filatelia y de la Numismática.

            El sello bloque emitido del que se hicieron 160.000 ejemplares resume de forma gráfica y espectacular tanto el hecho histórico, como la vital aportación española. Por otro lado la moneda de curso legal de plata esterlina de valor 10€, de la que se han acuñado 5.000 piezas, viene recibiendo los parabienes del mundo de la numismática, y el reconocimiento oficial de la US Mint, homóloga de nuestra FNMT. El lector de esta web puede juzgar por sí mismo el resultado final de ambas obras de arte.

            También hay que agradecer la cooperación de la Sociedad Estatal de Loterías, que dedicó su sorteo del 13 de julio al 50º aniversario de la llegada del hombre a la Luna, y otro tanto hizo la ONCE, cuyos décimos han engrosado nuestra colección.

            Emotivo fue el reencuentro con los -cada vez menos y más mermados- colega, pudiéndo fotografiarnos juntos en el recinto original donde nos conocimos durante el Programa Apollo, y se lo debemos y agradecemos al CNI y al Director de nuestra antigua Madrid Apollo, rematando aquel histórico 20 de julio como tan bien sabemos hacer los españoles, con una comida (y bebida) de hermandad. Alguno propuso el ir preparando ya el Centenario…